domingo, 3 de noviembre de 2013

Los girasoles ciegos

Título Original: Los girasoles ciegos
Año: 2008
País: España
Director: José Luis Cuerda
Género: Drama
Reparto: Maribel Verdú, Javier Cámara, Raúl Arévalo, Roger Princep, Irene Escolar, Martín Rivas, José Ángel Egido

SINOPSIS

Galicia, años 40. Al mismo tiempo que sortea los rigores de la posguerra, Elena (Maribel Verdú) y su hijo Lorenzo (Roger Princep) mantienen las apariencias para ocultar los secretos de la familia: Elenita (Irene Escolar), la hija adolescente, se ha fugado embarazada con su novio Lalo (Martín Rivas), un joven fichado por la policía; y su marido Ricardo (Javier Cámara) vive oculto en un hueco practicado en el dormitorio matrimonial. Por si fuera poco, la aparición de Salvador (Raúl Arévalo), un diácono con dudas sobre su inminente sacerdocio, complicará aún más las cosas...

CRÍTICA

La película está basada en dos de los cuatro relatos que conforman la obra homónima del escritor Alberto Méndez. En mi opinión, el que hace referencia a la historia de los adolescentes era prescindible. Para empezar no creo que esté bien contado, resulta muy forzado dando la sensación de que se usara más como relleno. Además tanto Martín Rivas como Irene Escolar, dejan bastante que desear en sus interpretaciones.

Volviendo al conjunto de la película, por momentos la acción resulta demasiado lenta. Encontramos un ejemplo en el propio comienzo. Imagen de un retablo dentro de una iglesia acompañada de música eclesiástica. Como manera de introducir al espectador resultaría adecuada si se limitara a un par de minutos, pero alargándolo más allá, realmente se corre el riesgo de disuadir al espectador. Sin embargo, no creo que nadie pueda discutir la excelente ambientación que Cuerda logra recrear.

Paso a comentar lo que me ha parecido más decepcionante: el personaje que interpreta Javier Cámara, Ricardo. Vaya por delante que me encanta este actor, y no creo que el problema resida en que esté encasillado en roles cómicos. Le he visto interpretando papeles dramáticos y personalmente me ha parecido más que correcto. Sin embargo en esta ocasión, no me parece convincente. Es como si pasara por allí, sin pena ni gloria, tanto en su interpretación como en su interacción con el resto de actores. Quizás se pueda salvar en un par de ocasiones en las que comparte plano con Lorenzo. Más allá de eso, es incuestionable que Maribel Verdú "se lo come con patatas". No he leído el relato pero apostaría a que no todo es responsabilidad del actor, me parece que en gran medida falla el guión. No sólo en como nos presenta este personaje, también debido al precipitado y abrupto final.

En resumen, lo mejor sin duda es Maribel Verdú. En su línea de animal escénico. Raúl Arévalo y Roger Princep en general defienden bien su papel. Respecto a los secundarios, me parece de recibo resaltar el gran trabajo de José Ángel Egido interpretando al rector y confesor de Salvador.

Concluyo. Siendo sincera, esperaba más de esta película, sin embargo creo que sí merece la pena verla.

PUNTUACIÓN 





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